miércoles, 20 de abril de 2011

Una reflexión de nuestra actividad en el Voluntariado Universitario Hogar Ayelen: una experiencia de prácticas turísticas recreativas para la inclusión social de niños y jóvenes con discapacidad


“…El día empezó para ser el “día”… y termino siendo eso… empezamos con el voluntariado en el Hogar Ayelen de la ciudad de Neuquén.
El hogar es un lugar extrañamente agradable, allí conviven chicos/as con diferentes discapacidades, ya sea motrices como psicológicas.
El primer instante fue de reconocimiento, los 8 guías que asistimos ese día, miramos extrañados este nuevo mundo. Las caras fueron únicas, aprendí de mis compañeros mucho más en ese instante.
La tarde fue de juegos, canciones, bailes, y de una merienda única con dos tortas que fueron hechas por dos de las guías que más abajo contare.
Para los que no fueron, les explico el primer golpe fue duro… el silencio con el cual volvimos a nuestros hogares marcaba la situación, la leve impresión de no poder hacer todo lo que queremos y de con poco haber hecho mucho llenaba nuestros silencios… 
A muchos de nosotros por tan solo un segundo se nos cruzó la pregunta ¿¿estamos seguro??? Y creo que muchos se lo preguntaron por más tiempo…
A partir de ese instante todo lo que vivo es banal, los problemas que creía no solucionables, ahora dejan de ser eso para ser simples inconvenientes pasajeros…
A partir de ese instante todo cambio para todos nosotros, aprendí de mis compañeros algo más después de esto…
Las miradas de cada uno de nosotros se iluminaron o se entristecieron durante dos horas.
Escuchar a Laura (una chica con síndrome de Down) cantar temas de The Police, o una versión a su estilo de Say, say say de Paúl McCartney  nos robó una sonrisa a todos… o ver la sonrisa inocente de las hermanitas Yenni y Daira que nos robaron el corazón a todos… marcaron una tarde con emociones a flor de piel…
Conocer a personajes como Arturo, Oscar o Ricardo que nos hicieron conocer ese otro mundo que no veíamos ni conocíamos valió la pena para darnos cuenta porque intentamos este voluntariado…
Sobre mis compañeros párrafo aparte… el primero que voy a nombrar es a mi amigo Emiliano Ortega… y voy a tomar una frase que él dijo… “hasta septiembre del año que viene cuando esto termine no me voy a dar por vencido…” él es así… luchador incansable…
Celeste… amiga querida… la más débil de todos nosotros… la que pone el caparazón de la joda para no demostrar quién es en realidad… pero es así… ella es así… la que más miedo tiene… la que no sabe cómo seguir después de esto… yo sé que es capaz… ella no lo sabe… su dulzura enamoro a los chicos…
Mario y Anto… los pongo juntos porque son uno… tremendo… una sola palabra… tremendo lo de estos dos… voluntad antes que nada… miedo vi en su mirada por momentos… inquietud… pero la certeza de saber que están ahí por algo…
Ingrid… otra que poco a poco voy conociendo y en el voluntariado vi que le pone empeño… garra… trato a los chicos como pocos…
Emilia… cada día me sorprende… se mandó una torta impecable… se puso la camiseta de este voluntariado… salió a comprar lo que necesitábamos… una de las que tiene puesta la camiseta…
Gaby … fue la otra que hizo torta… una de las que no conocía… y que me sorprendió… me sorprendió la manera de tratar a los chicos… con una dulzura de maestra…
Sobre Noemí… solo voy a decir que pocas veces la vi como la vi en el hogar… por momentos sin reacción, como todos, pero siempre remándola como todos nosotros…
Sobre mi… no voy a decir más que… me pego feo… como a todos en realidad… lo que vivimos… pero… esto recién empieza… la experiencia es única…” 
Lucas Jara
Alumno Voluntario - Carrera Guía de Turismo

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